El maravilloso hábitat de los animales acuáticos se distingue por todos aquellos lugares conformados por un elemento vital, como lo es el agua, de esta manera, se encuentran los mares, océanos, ríos, lagos, pantanos, riachuelos y lagunas, sin embargo, estos ecosistemas generalmente se clasifican en: marino, fluvial y lacustre. Entonces, pasemos a ver cada uno de ellos.
Hábitat marino
En este entorno ambiental del hábitat de los animales acuáticos, se hallan las aguas costeras y los océanos, los cuales se caracterizan por su salinización y una variedad de especies que viven tanto en aguas poco profundas como en el fondo del mar.
Hábitat de los Animales Acuáticos. Edición de Atlas Animal. Original por cookelma. Envato.
Animales acuáticos de la costa
Este ecosistema marino, se diferencia por ser más cálido y por contar con una gran fuente de alimentos, generados por los procesos de fotosíntesis.
Al respecto, el hábitat de los animales acuáticos de la costa, presenta una biodiversidad que va desde los lechos de hierbas submarinas, manglares, arrecifes coralinos, hasta las playas arenosas o rocosas, propiciando la vida de peces, tortugas, anémonas y de crustáceos como langostas o cangrejos.
Igualmente a los moluscos, como almejas, ostras, calamares y caracoles, además de equinodermos como erizos o estrellas de mar, sin dejar de mencionar a los celenterados o medusas, delfines y tiburones, entre una cuantía de asombrosas especies.
Fondo del océano
Las profundidades marinas, representando un vasto porcentaje de la superficie de la Tierra, contienen los mayores reservorios ecológicos, pero también, constituyen uno de los más desconocidos, por tratarse de ambientes con ausencia de luz, temperaturas muy bajas y una alta presión.
Así, el hábitat de los animales acuáticos en el fondo del océano, comprende hábitats con características muy peculiares, asimismo, al no poderse desarrollar la fotosíntesis, las especies marinas realizan una serie de estrategias para sobrevivir, como la caza, el consumo de materia orgánica proveniente de la superficie, o bacterias que obtienen energía de sustancias químicas.
Generalmente, los animales marítimos más comunes en esta zona se distinguen por sus grandes tamaños, o algunos aspectos inusuales en comparación a otras especies, sin embargo, son habituales las ballenas o los pulpos, así como también, los calamares o medusas gigantes.
Hábitat fluvial
La biosfera fluvial en el hábitat de los animales acuáticos se define por el agua dulce de los ríos, el cual conforma un hábitat para una gran variedad de especies que no soportan la salinidad del agua, como peces, tortugas, caimanes, sapos y algunas serpientes marinas.
Conforme a ello, en las corrientes de los ríos, existe una interacción continua donde se producen partículas minerales y materia orgánica, como algas, moluscos, crustáceos y larvas, que finalmente forman parte de la cadena alimenticia de las especies superiores en el hábitat de los animales acuáticos fluviales.
Hábitat lacustre
El entorno lacustre del hábitat de los animales acuáticos, puede ser un cuerpo de agua dulce o salada, dependiendo de las condiciones climáticas del medio ambiente que le rodee.
Precisamente, los ecosistemas de los lagos son muy variados, no obstante, en este sistema dinámico los sedimentos se depositan generalmente en el fondo, de esta manera, a medida que aumenta su profundidad, las especies acuáticas lacustres son menos sensibles a los cambios climáticos del entorno.
También, una serie de factores bióticos determinan el espacio del hábitat de los animales acuáticos que habitan los lagos.
El agua, la luz, el pH, el suelo y los nutrientes, dan vida a microorganismos y organismos como las larvas, algas y caracoles, que son el alimento de peces como la trucha, el salmón o el esturión, de anfibios como la rana o la salamandra, de reptiles como la tortuga, cocodrilos o babas, y algunas aves acuáticas, entre ellas, patos, garzas y flamencos.
Finalmente, podemos concluir que el hábitat de los animales acuáticos, en cualquiera de sus formas, pertenece a la gran cadena del ecosistema que sostiene la vida de nuestro sorprendente planeta.