El correcto funcionamiento del cuerpo requiere de una barrera que le proteja de microorganismos y/o bacterias que puedan alterarlo. Por ello, los tejidos epiteliales conformados por centenares de células epiteliales se ocupan inicialmente de filtrar este tipo de contenido tóxico. Representan más del 60% de todas las células que posee el cuerpo humano.
¿Qué son las células epiteliales?
Las células epiteliales son las células que protegen la superficie de los tejidos de los órganos. Unidas forman un muro entre las células internas (de funciones más complejas) y los desechos tóxicos del ambiente. Cubren distintas áreas: cavidades, órganos, conductos tubulares, piel, entre otras; no obstante, las cavidades articulares carecen de estas células.
Células Epiteliales. Edición de Atlas Animal. Original por Ortisa a través de Wikimedia Commons.
¿Cuáles son las funciones de las células epiteliales?
Dependiendo del área en la cual se encuentre; este tipo de células cuentan con distintas funciones además de proteger y/o permitir la entrada de nutrientes y sustancias potencialmente tóxicas. Tales funciones son:
Ventilar
Ayuda a que el cuerpo, pueda liberar el calor luego de una extensa actividad deportiva; lo hace a través de la sudoración. De manera que, actúa cuando éste atraviesa una ardua oleada de calor.
Estirar
Tienen la capacidad de adaptarse a las terminaciones musculares del tejido; sin dejar de lado sus funciones principales.
Percibir
Cuentan con receptores que perciben elementos del ambiente. Por ejemplo, cuando a través del olfato se puede percibir el olor de la salsa de albahaca. En efecto, estas células envían una señal al cerebro el cual procesa la sensación y responde de una forma específica.
Procesar
Al ingerir algún alimento, este se transporta mediante un tejido de estas células; al llegar al intestino; otro tipo de estas células se ocupa de absorber los nutrientes y también de transportarlos, para que el organismo almacene estos y los use como energía.
Secretan
Estas células secretan hormonas que van directamente a los vasos sanguíneos; e incluso, la leche materna para alimentar a los bebés.
Composición de las células epiteliales
Las células epiteliales se diferencian de otros tipos de células por su composición. Además, su posicionamiento también es un factor que permite identificarlas. Estas se encuentran unas al lado de otras; y están compuestas por:
Uniones Gap
Son uniones que tienen hendiduras; ayudan a conectar las células en los distintos organismos. Son como puertas que se ocupan de intercambiar los nutrientes. En ocasiones, los virus muy potentes logran atravesar estas e ingresan al organismo.
Núcleo
Se encuentra en el interior de la célula; es el encargado de filtrar directamente el material de los tejidos. Es la parte de la célula que determina si el contenido pasará o no pasará al organismo.
Membrana celular
Es el filtro principal que tienen estas células para permitir o denegar la entrada de ciertas sustancias al interior de la misma. En ocasiones, ciertas bacterias pueden atravesar esta parte.
Tipos de células epiteliales
La clasificación de estas células depende de las funciones específicas que cumplen; las cuales dependen del área en la que están ubicadas:
Células epiteliales escamosas
Son completamente planas y cubren partes por las que pasan distintos fluidos del organismo. Este es el caso de los vasos sanguíneos, alvéolos de los pulmones, entre otros. Su morfología se debe a que necesita concebir espacio para que el contenido ligero pueda pasar a través de éste.
Células epiteliales cúbicas
En forma cúbica, estas se localizan en los tejidos que absorben otras sustancias: riñones y glándulas.
Células epiteliales columnares ciliadas
Con una parte abierta, cubre distintos vellos (cilios). Estos últimos se ocupan de movilizar partículas como la mucosidad y tienen una dirección específica. Se encuentran esencialmente en la piel en sí misma.
Células epiteliales columnares
Con una morfología larga y delgada, se localizan en partes que secretan contenido mucoso; como el estómago, y procesan la información recogida en las papilas gustativas de la lengua.